¿Qué es el síndrome del impostor?
Sé que muchas veces te sientes viviendo los logros de alguien más, que no mereces muchas de las cosas buenas que te pasan: porqué eres una impostora. Si así se siente el síndrome del impostor.
El síndrome del impostor es un fenómeno psicológico, en el que la gente se siente incapaz de internalizar sus logros y sufre un miedo persistente de ser descubierto como un fraude.
No es una enfermedad mental y dentro de todo lo mal que se puede sentir la persona que lo experimenta, tiene un lado positivo que te cuento más adelante.
El síndrome del impostor es un fenómeno psicológico que afecta a 7 de cada 10 mujeres, en ámbitos laborales y personales, sintiendo constantemente no estar a la altura ni merecedoras, de cosas buenas en su vida como resultado de logros incipientes.
¿Cuáles son los cinco perfiles más comunes?
Aprender a detectarlo a tiempo te permite trabajar en ello de forma proactiva: Si tiendes a no reconocer tus logros o eres de las que se siente incómoda recibiendo elogios a tu desempeño y todo lo atribuyes a un golpe de suerte muy probablemente lo estes padeciendo.
Según los tipos de comportamiento puedes identificar los perfiles más comunes del síndrome del impostor, mismos que definió la pionera en este tema la doctora Valerie Young:
- Perfeccionista: Muy común en personas que ponen metas o expectativas muy altas y que tienden a decepcionarse con facilidad al ver qué se pudo haber hecho mejor incluso si la situación fue un éxito.
- Superhumano: El lema de estas personas es “yo puedo con todo” con la creencia de que siempre se tiene que trabajar más por miedo a ser descubiertas como un fraude.
- Genio natural: Todo tiene que salir bien y sin complicaciones, de no ser así hemos fallado, somos incapaces de resolver las cosas sin problemas de por medio.
- Individualista: Si pido ayuda no soy suficientemente bueno en lo que hago, todos se darán cuenta que no puedo hacerlo solo y verán que no soy capaz.
- Experto: Lo que predicó no lo llevo al 100% acabo, entonces soy un fraude pues no estoy siendo honesto y van a descubrir qué miento.
¿Te sientes identificada?
Cómo trabajar el síndrome del impostor
En WML hablamos mucho sobre el amor propio pues creemos que este es el amor más poderoso de todos.
El amor propio puede curar la herida más profunda y la forma más eficaz de trabajar para erradicar el síndrome del impostor es la aceptación.
Reconoce y acepta que las cosas son como son e intenta identificar y trabajar los siguientes puntos en tu vida:
- Aceptar las mieles: Aceptar la recompensa y disfrutarla será tu misión desde hoy; interiorizar tus logros al recibir una felicitación aleja de ti los pensamientos que demeritan tu esfuerzo, reconoce que lo lograste por que tu eres tú y disfruta de la victoria.
- Superhéroes solo en las películas: Cuanto daño nos hizo eso de creernos super mujeres que lo podemos todo, y que no necesitamos de nadie, trabaja en equipo y disfruta de los logros en conjunto, deja que otros asuman responsabilidades.
- Compararte con los demás: Alguna vez escuche que la comparación solo es válida si lo haces con tu yo del pasado, esa es la única comparación que realmente deberíamos de hacer, el comparar los logros de otras personas con los tuyos no es un punto justo para ti.
El lado positivo del síndrome del impostor
Muchos estudios se han realizado sobre el síndrome del impostor pues más personas lo padecen hoy en día y de alguna manera algunos psicólogos han podido encontrar el lado positivo de todo esto.
Algunos de los estudios realizados por varios institutos han detectado que las personas que son más propensas a sufrir el síndrome son:
- Perfeccionistas: Son muy buenas señalando las áreas de oportunidad de los proyectos que se les asignan, además de siempre cuidar a sus colaboradores pues tienden a tener relaciones mas cercanas con ellos.
- Empáticos: Al tener las fibras más sensibles hacia lo que podría traducirse en un fracaso de su proyecto las personas se vuelven más empáticos con sus colaboradores detectando oportunamente si alguno esta desmotivado.
- Saben escuchar: Son personas más asertivas, al tener una habilidad nata para escuchar a los demás pueden transmitir mejor las necesidades al equipo de trabajo.
Si te parece que estás pasando por el síndrome del impostor la mejor recomendación que podemos hacerte es pedir ayuda de un especialista, tu salud mental y emocional es lo primero.