¿Sientes que profesionalmente no estás creciendo? ¿Piensas que a veces no te alcanza para nada? ¿Tus capacidades y conocimientos exceden las labores y la remuneración que tienes? Pues, además de ser parte del 90% de las(os) mexicanas(os) que sienten lo mismo, tal vez también aplique en tu caso alguna de las 4 razones por las que no estás en el puesto que quieres. Conócelas y clarifica un poquito más lo que sigue en tu camino.
1: Aplicas para trabajos incorrectos
La primera de las razones por las que no estás en el puesto que quieres puede ser, sencillamente, que no estás aplicando a las vacantes correctas, debido a que:
- No tienes las calificaciones necesarias: Está bueno eso de la seguridad y la autoestima, pero nunca es bueno mentir en relación con lo que realmente conoces y sabes hacer; aunque claro, habrá cosas que aprenderás en el camino, no te postules a una vacante de contadora cuando eres diseñadora.
- Estás sobrecalificada: Por el contrario, puede ser que te encuentres en la posición opuesta, es decir, que estás sobrecalificada para el puesto que tienes. Así, si tienes una maestría pero trabajas en un Call Center, es claro que muy difícilmente podrás obtener lo que mereces.
Eso sí, sabemos que a veces no es que queramos estar en esa empresa y posición, sino que más bien nos vemos arrastradas a trabajar en ciertos lugares por necesidad; no obstante y si es tu caso, aprovéchalo, pero no te rindas en la búsqueda del empleo adecuado; muchas veces caer en la zona de confort es demasiado fácil.
2: No sabes qué quieres
Y, hablando de la zona de comodidad, hay momentos en la vida que de plano no sabemos que queremos, pero también si estos tiempos se alargan demasiado pueden provocar verdaderos problemas.
Así que, si estás pasando por una situación de este tipo, haz un profundo examen de conciencia, sé honesta contigo misma y define qué quieres hacer de tu vida. No importa que sea una ocupación “no tan bien vista socialmente”, pues siempre habrá caminos para hacer lo que realmente te apasiona; así que ¡Hay que ser valientes!
3: Estás en una empresa que no tiene planes de crecimiento
Por otro lado, tal vez estás en un trabajo aceptable o, en el mejor de los casos, más que aceptable, peroooo, pequeño gran detalle: no tiene planes de crecimiento, dado que:
- Es una empresa con una estructura muy pequeña.
- No cuenta con un área de recursos humanos que se ocupe de esta labor.
- No tiene un enfoque de crecimiento para su personal.
Por lo que, deberás revisar cuál es el tema en la tuya y ver si tiene solución, pues por ejemplo, habrá empresas tan pequeñas que no tendrán la posibilidad de ofrecerte nada más, o por el contrario, tal vez puedas mover algunas tuercas para poner en movimiento los engranajes.
4: El techo de cristal y no pedir lo que mereces
Ahora bien, aunado a todo lo anterior, puede que además por ser mujer, estés sufriendo otra de las razones por las que no estás en el puesto que quieres: el fenómeno del techo de cristal, el cual se caracteriza por un entramado de obstáculos invisibles que impide a las mujeres cualificadas alcanzar posiciones de poder dentro de las organizaciones.
Así, y si es crees que es tu caso, puedes optar por checar tus opciones, pues ya hay muchas empresas que cuentan con canales de denuncia anónima y medios y áreas específicas para plantear este tipo de situaciones.
Y, eso sí, tal vez también tú misma te estés poniendo tu propio techo de cristal y no estés pidiendo lo que realmente mereces, es decir, un aumento o una nueva posición. Así que, retoma todo lo que sabes y lo que tienes por ofrecer y ve por ello.
La última de las razones por las que no estás en el puesto que quieres
Finalmente y, además de todo lo que hemos platicado, recuerda que estás en un país y es más, un mundo que está pasando por una crisis global, debido a todo lo que ya sabes: pandemia, gobiernos inadecuados, capitalismo extremo, etc., etc. así que, si recientemente perdiste tu fuente de ingresos (o se vio mermada) no te llenes de culpabilidad y dudas, esta es una situación por la que cualquiera, en este momento, podemos estar.
Recuerda: todo es temporal y eso sí, a darle con todo, pues siempre, siempre, habrá una solución.