Reinventarte después de ser mamá
Siempre me pregunté qué era lo que llevaba a una mujer a verse como “señora”, ése término despectivo que utilizamos para referirnos a alguien que se comporta y se ve anticuada.
Ahora que soy mamá ¡lo entiendo todo! Y es que la maternidad te absorbe tanto que te olvidas completamente de ti y ya no te importa si la falda combina con la blusa porque tienes que salir corriendo a la escuela después de que tuviste que cambiar 3 veces a tus hijos.
Y ésa sólo es la punta del iceberg. Cuando me convertí en mamá sentí que mi ropa ya no me identificaba, hubo cambios en mi cuerpo, en mis hábitos, en los lugares que frecuentaba, en mis amistades. Simplemente ya no me sentía la misma persona.
Recuerdo sentirme ultra incómoda con mis jeans ajustados y rotos, pero no tenía mucho tiempo para pasar horas en la tienda viendo cuáles iban con mi nueva yo, así que mi mamá al ver mi necesidad comenzó a regalarme ropa.
Entonces mi clóset se convirtió en una horrible combinación entre los gustos de mi mamá, con mi ropa de antes, con lo que alcanzaba a comprar apresurada. Me convertí en una señora.
Cambió mi piel, mi cabello, mis gustos, mis necesidades, toda mi vida dio un giro a un nuevo mundo en el que no me encontraba a mí misma, así que tuve que reinventarme.
Un paso a la vez
Quizás es una de las frases que más odio de mi padre, pero así es, todo es con calma y poco a poco. Conforme nuestros hijos van creciendo y volviéndose más independientes de nosotras, todo se comienza a acomodar. Así que no te preocupes, vamos paso a paso. Yo tenía mucha prisa por reinventarme, pero me di cuenta que si lo forzaba, terminaría pareciendo un payaso, sin sentirme completamente cómoda con mi nueva yo, por eso mejor empecé por lo más importante: mi salud mental.
Reinventarte desde adentro
Todo el tiempo estamos reflejando lo que tenemos dentro, por más que queramos ocultarlo y disfrazarlo, lo decimos con todo lo que hacemos. Por eso es importante primero empezar a reinventarte desde adentro.
Con la maternidad llegan muchas emociones, pensamientos y situaciones que nos confunden, lastiman, enojan, etc. Y ni hablar de todos los sentimientos no trabajados hacia nuestros propios padres y nuestra infancia.
Así que hermana ¡a trabajar en ti! Busca la forma de sanar todo eso que traes dentro, que te lastima, que te confunde, que te duele, que no sabes qué hacer con ello. Sana tu mente, tu corazón para que vivas esta nueva experiencia con total plenitud, para que lo que reflejes, sea la mujer maravillosa que eres.
Yo acudía a terapia porque mi niña era muy antisocial y terminé terapeada, trabajando traumas con mamá y papá, mi ex pareja y mi niña interior. Después nos fuimos por mi autoestima, que no estaba en su mejor momento y terminamos con un plan a futuro.
Sentirme segura de mí misma, me ha dado más paz que tener un guardarropa lleno con la ropa más inn del momento. Desde ese lugar de amor propio y paz, pude construir una nueva versión de mí.
Detox antes de reinventarte
Haz un detox ¡de todo! Desde personas con las que ya no compartes la misma filosofía de vida, que te lastiman y que no te dejan crecer, hasta de tu clóset, tu casa, tu teléfono y tu computadora. Saca de tu vida todo lo que estorba.
También haz un detox de tu cuerpo. La maternidad hace un licuado de hormonas en nuestro cuerpo y por mucho tiempo descuidamos lo que comemos, nuestros hábitos y cuidado personal.
Cuidar nuestros órganos ayuda a sentirnos mejor. Tener una buena digestión, una buena circulación y en general un buen funcionamiento de nuestro cuerpo, nos ayuda a tener más energía, estar de mejor humor y producir más oxitocina, la hormona de la felicidad.
Apapacha tu piel
Nuestra piel es uno de los órganos que más sufre los estragos del embarazo y las hormonas. Se mancha, se estira, se reseca. Cuídala, apapáchala y dale mucho amor.
Si puedes, acude con un especialista que te ayude a elegir las mejores cremas para ti. Ya que nuestra piel cambia mucho después del embarazo y puede ser que esas cremas que te encantan ya no van con tu nueva piel o que hay algún problema que tratar.
Ponte mascarillas, date tiempo para un masaje, un pedicure y manicure. Yo sé que los primeros años es muy difícil darte estos espacios, pero conforme van creciendo nuestros hijos, se vuelve más fácil, sobretodo si creas una red de apoyo.
Descubre tu nuevo cuerpo
Después del embarazo nuestro cuerpo cambia, unas más que otras, pero sin duda no vuelve a ser el mismo. Y está increíble porque es un cuerpo que ha creado vida.
Creo que es muy importante que dejemos de ver nuestro cuerpo en función al placer o amor masculino y empecemos a valorarlo como un ser creador de vida, lo cual es increíble y maravilloso. De esta manera podemos hacer las paces con nosotras mismas.
No hay peor guerra que la que tenemos con nuestro cuerpo desde muy pequeñas y después de ser mamás es importante reconocer el esfuerzo que nuestro cuerpo hizo para crear vida, eso es muy poderoso.
Así que descubre tu nuevo cuerpo y haz las paces con él. No te obligues a usar las tallas o estilos que antes usabas y ahora no van con tu nuevo cuerpo y estilo de vida. Mejor reinventa nuevas opciones para ti.
Haz un plan para reinventarte
Antes de salir corriendo a comprar ropa, zapatos o hacerte un corte de cabello, crea un plan. Puedes crear un tablero en pinterest y ahí guardar las opciones que más te gusten de ropa, zapatos, maquillaje y cabello.
Date un tiempo para poner y quitar cosas antes de decidir qué comprar o cómo cambiar tu look, hasta que te sientas completamente satisfecha con lo que veas, entonces sí ¡manos a la obra!
Recuerda que los básicos son tus mejores aliados, compra accesorios a prueba de niños y busca la practicidad ante todo. Eso sí, sin perder tu estilo único.
Es muy importante que te des chance de volverte a sentir tú misma, que no te dejes al último y te olvides de tus necesidades. Yo sé que es difícil y poco a poco lo irás logrando, ten paciencia contigo y con tu propio proceso, recuerda que todo pasa, todo cambia, todo se transforma.
Tú también te has transformado y es momento de que reiventemos el término “señora” por una mujer que se ama, se cuida y es creadora de vida.
