Glorinela

Glorinela, una poetisa olvidada

Cecilia Colón H.

Tengo un amigo que dice que cuando una quiere aprender algo lo mejor es dar un curso sobre eso, pues de esa manera, nos obligamos a conocer el tema, estudiarlo y compartir el aprendizaje y la enseñanza. Lo pensé y tiene toda la razón. 

La poesía es un género literario que me gusta mucho, los primeros poemas que memoricé de niña fueron unos sonetos de Sor Juana Inés de la Cruz, fue mi primer acercamiento con la poesía y eso me abrió un panorama inmenso y muy rico en posibilidades de escritura, de imaginación y creatividad. Así que cuando descubrí en la prepa a Gustavo Adolfo Bécquer, Manuel Acuña, Juan de Dios Peza, Pablo Neruda y muchos más sentí que había llegado al cielo. Aun cuando yo no escribo poesía (me hubiera encantado poder hacerlo), eso no me quita la sensibilidad y el gozo que me da cuando encuentro un buen poema y lo leo, lo disfruto y lo quiero compartir con todo el que se deje.

Ahora que ya tengo mis horas de vuelo (y son muchas), he tenido alumnos y alumnas que cuando les pregunto si leen poesía responden que no. ¿Razón de no hacerlo? No me gusta… no le entiendo… es muy difícil y complicada… no tengo tiempo…ya nadie la lee… Y así te puedo seguir platicando pretextos y más pretextos que me dan para no acercarse a la poesía, sin embargo, su sorpresa es enorme cuando al leer los poemas que yo llevo se sorprenden de entenderlos, se emocionan y les quito la idea equivocada que tienen sobre la poesía. Por eso quiero compartirte lo siguiente.

En estos días en que estoy preparando un curso sobre escritoras mexicanas descubrí a una que, aunque ya la había leído, al reencontrarme con ella fue algo maravilloso. Te comparto algunos datos: su pseudónimo era Glorinela, pero su verdadero nombre fue Gloria A. Mateos y Díaz Prieto, nació en Tabasco el 5 de mayo de 1909 y murió en el D. F. el 17 de noviembre de 1945. Colaboró en El Universal Gráfico durante varios años de la década de los 40 dentro de una sección que se llamaba “Remanso Espiritual”; al revisar ese periódico me encontré con varios poemas de ella que te voy a compartir. Te sugiero que los leas en voz alta, pues así es como se aprecia mejor la musicalidad, la rima y el ritmo de un poema:

ASÍ QUISIERA SER…

Como aquella mi abuela soñadora

que gustaba de pájaros y flores;

que se extasiaba viendo las estrellas

y a la luna contaba sus amores.

Que en voz baja cantaba dulcemente

imitando el cantar de una fontana

y en las pupilas glaucas, parecía

que llevaba la luz de la mañana.

Que en las tardes de otoño suspiraba

cuando veía los árboles sin hojas

y no podía explicar por qué sentía

extrañas inquietudes y congojas.

Que tímida bajaba las pestañas

cuando unos dulces ojos la miraban

y temblaba de amor cuando en su reja

apasionadas trovas le cantaban.

De mi abuela romántica y sencilla

seguir quisiera yo sus mismas huellas

y contarle mis cándidos amores

a la noche, la luna y las estrellas…

Un hermoso poema dedicado a la abuela, a esa abuela cuya imagen idealizada y dulce muchos tenemos y su memoria nos acompaña a lo largo de la vida, sus enseñanzas están ahí para ocuparlas cuando es necesario. 

Ahora te regalo este otro poema, de tema muy diferente al anterior, para que lo disfrutes:

HERMANA SOLEDAD

Soledad, dulce hermana compasiva

que mis lágrimas secas cuando lloro.

que mis plegarias oyes cuando imploro

y acaricias mi frente pensativa;

tu presencia jamás me ha sido esquiva,

siempre me has dado comprensión y abrigo;

por todas mis fatigas que has calmado,

por mis viejas heridas que has curado,

hermana soledad; ¡yo te bendigo!

Una buena reflexión acerca de la soledad, esa sensación que nos acompaña en momentos o, a veces, una buena parte de nuestra vida, pero no por ello es triste, al contrario, Glorinela nos muestra que puede ser muy placentera.

Y termino con un tercer poema que espero te guste tanto como a mí:

NUESTRA ALMAS

Nuestras almas son hermanas;

son dos águilas que rozan

el país de la quimera

con la punta de sus alas…

En su ruta van unidas

por los mismos ideales

por las mismas nostalgias,

por las mismas ansiedades…

Nuestras almas, me pregunto:

¿fueron una en la otra vida?,

¿por qué vibran a un impulso?

¿por qué se hallan tan unidas?…

Son iguales sus tristezas

parecidos sus destinos

y las mismas asperezas

les obstruyen los caminos…

Nuestras almas que eran antes

solitarias, peregrinas,

se encontraron una tarde

en su vuelo por la vida…

Un hermoso himno al encuentro de dos almas gemelas que comparten todo, desde las alegrías hasta las tristezas. 

Llegamos al final del camino poético, espero que lo hayas disfrutado con esta poetisa que pocos conocen. Ahora yo te pregunto: ¿acaso la poesía no es dulce, rítmica, musical? ¿Por qué crees que tantos poemas han sido musicalizados? Joan Manuel Serrat lo hizo con muchos poemas de Miguel Hernández y Antonio Machado y hay muchos más. Espero que esta muestra haya cumplido con su objetivo de ser una invitación a leer más poesía, a que abras el camino de tu sensibilidad y tu curiosidad. Busca al poeta que sea afín a ti, el mundo está lleno de ellos.