Fantasmagoriana

Fantasmagoriana

Cecilia Colón H.

Cada año, desde hace varios, la UNAM organiza una Feria del Libro y la Rosa en sus instalaciones del Centro Cultural Universitario. Verdaderamente es una fiesta en donde se celebra al libro, ése es el invitado de honor y alrededor de su mesa vamos todos a los que nos gusta leer, o bien, buscamos algún libro específico.

En este año fui para ver qué había como oferta de lectura. Mi sorpresa fue enorme cuando descubrí un libro que tiene como mínimo dos siglos de vida y que no se le conoce tanto en México, excepto por los seguidores de Frankenstein o los vampiros; el libro se llama Fantasmagoriana y, como su nombre lo indica, es un libro de cuentos de fantasmas, todos de origen alemán, pero traducidos, finalmente, al español. Podrás preguntarte, ¿y cuál es la importancia del libro? Ahí te va la historia:

En el verano de 1816, tuvo lugar una reunión de amigos que se convirtió en un hecho relevante para todos los que, como yo, gustamos de las historias de fantasmas y monstruos. En Villa Diodati, un lugar ubicado en Suiza, frente a los Alpes Suizos, el poeta inglés Lord Byron tuvo a bien rentar esa villa para pasar el verano, sin embargo, no quería estar solo e invitó a unos pocos amigos: Mary Shelley y el poeta Percy Bysse Shelley (en ese momento eran amantes, pero se casaron un año después), amén de su médico, John William Polidori y la amante en turno de Lord Byron: Claire Clairmont. Si tú estás pensando que fue un verano soleado y armónico, te equivocas. Debido a la reciente erupción de un volcán en los Mares del Sur, aquella temporada estuvo llena de frío, nieve y un clima de lo más desolador que pudieras imaginar, nada que ver con nuestros veranos mexicanos tan llenos de sol y calor. Pues en la sala de Villa Diodati estos personajes se juntaron en ese junio de 1816 en donde tuvieron que prender la chimenea prácticamente todo el tiempo por el frío que hacía.

Al principio de las veladas, todos platicaban las historias de fantasmas y aparecidos que conocían; luego, siguieron con la lectura del libro que te mencioné Fantasmagoriana y cuando lo acabaron, Lord Byron lanzó un reto a sus invitados. El reto era para ver quién era capaz de escribir una historia de terror, algo que realmente asustara al lector. De esta memorable sesión nacieron dos textos narrativos que han sido muy importantes en la Historia de la Literatura Universal, sobre todo, la de terror: Frankenstein, novela escrita por la jovencísima Mary Shelley, no olvidemos que, en ese momento, apenas tenía 17 años, y El vampiro, un cuento escrito por John William Polidori que le daría al personaje del vampiro la personalidad que todos conocemos, en cuanto a elegancia, abolengo, soberbia y seducción, es el antecedente más próximo de Drácula, novela de Bram Stoker, publicada en 1897. 

Ésta es la historia detrás de estos dos textos que han sido tan importantes. Lo interesante es que ahora podemos leer el mismo libro que leyeron esos escritores en 1816 y que, de alguna manera, les sirvieron de inspiración. ¿De qué trataban esos cuentos que los llevaron a escribir el inicio de dos monstruos que se convirtieron en arquetipos literarios? Fantasmagoriana es una antología de cuentos, los textos nacieron de la inspiración de escritores alemanes del siglo XVIII y principios del XIX. El libro habla de fantasmas, aparecidos, dobles y algunos otros temas que echan a volar la imaginación de cualquiera que los lea y se pueda adentrar a esas historias ubicadas en enormes castillos dentro de tupidos bosques. Sin embargo, debemos tomar en cuenta varias cosas para que se lean bien esos cuentos: no había luz eléctrica, la vida se vivía de otro modo, la gente se desplazaba a caballo o en carrozas, la mayoría de las personas eran supersticiosas, creían en esos fantasmas y aparecidos, además, los castillos estaban inundados de recovecos y pasillos, por lo que era muy fácil escuchar ruidos sin saber su origen, relee mi texto titulado “Literatura Gótica” y recordarás las características de este género. 

Debido a todo lo que hemos visto en cine y televisión, ya no nos creemos tanto la existencia de fantasmas, sin embargo, acuérdate que la televisión llegó hasta la década de los años 40 del siglo XX, por lo que en el XVIII y XIX no existía y la gente se distraía de otra manera: platicando, jugando algunos juegos de mesa o leyendo, no había más. También podía imaginar historias y escribirlas, dejar que la imaginación siguiera un camino y no parar hasta que encontrara algo interesante para contar. Eso es lo que hacían las personas que vivieron durante esos siglos. La falta de luz eléctrica, la oscuridad, las sombras que provocaban las velas encendidas, todo ello formaba el ambiente idóneo para que estas historias tuvieran un efecto demoledor en el lector y creyera vivir todo lo que leía. La imaginación es una aliada importante cuando de contar historias se trata y los protagonistas de ese verano de 1816 tenían mucha. 

Te invito a leer el libro, a adentrarte en ese tipo de historias, a sentir que estás con el grupo de escritores ingleses que aceptaron el reto de Lord Byron sin darse cuenta de que sus textos abrieron las puertas de la imaginación más siniestra del ser humano.