¿Te imaginas un diario escrito por Adán y Eva, los progenitores de la raza humana? ¿Qué podrían decir ellos si no había muchos humanos o humanas para compartir la vida o para sentir celos? ¿De qué tanto podrían hablar si en un principio no había nadie excepto ellos?
Las incógnitas anteriores son dignas de ser resueltas por un buen escritor, pues sólo a través de la literatura las podremos contestar… bueno, aquél que se anime porque la tarea no es fácil… Pues el que dijo: “yo lo hago” fue ni más ni menos que el escritor estadounidense Mark Twain (1835-1910), el mismo que escribió Las aventuras de Tom Sawyer, El príncipe y el mendigo, Las aventuras de Huckleberry Finn, Un yanki en la corte del rey Arturo, entre muchas otras novelas, cuentos y crónicas de viaje que hizo. Como primer dato interesante te diré que Mark Twain era su pseudónimo, su verdadero nombre era: Samuel Langhorne Clemens… creo que es más fácil el primero.
En 1905 él escribió este diario y lo publicó en dos partes: primero el Diario de Adán y luego el Diario de Eva, como se puede concluir después de su lectura, el texto está dirigido a un público joven, con sentido del humor, capaz de entender y cuestionarse acerca de la verdadera historia de Adán y Eva. Mark Twain no trata de explicar, ni de romper paradigmas católicos, no, quien lo lea completo podrá constatarlo. Más bien parece un divertido ejercicio literario que responde a una pregunta muy simple: ¿qué pasó realmente en el Jardín del Edén cuando Adán y Eva se conocieron? La Biblia no explica mucho, pasa por alto muchos detalles, no nos habla del contexto, de las labores cotidianas entre la pareja primigenia, da por hecho muchas cosas que para un inquieto y curioso escritor como lo era Mark Twain, no son suficientes datos, necesitaba saber más y puesto que el Libro Sagrado no lo dice, había que inventarlos.
Seguramente, un día tranquilo, sentado al frente de su casa, quizá meciéndose en una mecedora o simplemente contemplando el paisaje, o tal vez dentro de su hermosa biblioteca, a Mark Twain se le ocurrió escribir un diario a nombre de Adán y después otro, en nombre de Eva. Ahora es fácil encontrarlo y poder leerlo, pues es un texto corto.
Tal vez te preguntes por qué poner a Adán y Eva en este mes del amor y la amistad, pues porque ellos son la primera pareja que se amó, que vivió junta, que tuvo hijos y que fueron capaces de expresar el amor por primera vez. Y para convencerte te voy a compartir unos fragmentos, primero del diario de Adán. Fíjate en la manera en la que cada uno habla, en lo que se fija y cuáles son sus intereses.
Imagínate que a él lo creó Dios y estuvo solo algún tiempo, al parecer se sintió contento, tranquilo hasta que… hasta que llegó Eva y su vida cambió. Vamos a ver qué tanto:
Lunes.
La criatura nueva de pelo largo es bastante entrometida. Siempre anda por ahí y me sigue. No me gusta esto; no estoy acostumbrado a la compañía. Me gustaría que se quedara con los demás animales… Nublado hoy, viento del este; creo que tendremos lluvia… ¿Tendremos? ¿Nosotros? ¿De dónde saqué esa palabra? Ahora recuerdo: la criatura nueva la usa.
Martes.
Estuve viendo la gran cascada. Es lo mejor de la hacienda, creo. La criatura nueva la llama Cataratas del Niágara: no estoy seguro de por qué. Dice que parece las Cataratas del Niágara. Eso no es una razón, es simple imbecilidad y atolondramiento. Yo mismo no tengo la menor oportunidad de nombrar nada. La criatura nueva nombra todo lo que aparece, antes de que yo pueda protestar. Y siempre ofrece el mismo pretexto: parece eso.
Miércoles.
Me construí un refugio contra la lluvia, pero no pude tenerlo para mí en paz. La criatura nueva se metió. Cuando traté de echarla volcó agua por los agujeros con los que mira y se la quitó con el dorso de las zarpas, e hizo un ruido como el que hacen los otros animales cuando están con pena. Me gustaría que no hablara; siempre está hablando. Esto suena como una agresión barata a la pobre criatura, un desprecio; pero no es lo que pretendo. Nunca antes oí la voz humana y cualquier sonido extraño y nuevo que se entrometa con el silencio solemne de estas soledades ensoñadas me ofende el oído y parece una nota en falso. Y este sonido nuevo es tan cercano a mí; está justo en mi hombro, justo en mi oído primero de un lado y después del otro y estoy acostumbrado sólo a sonidos que están más o menos lejos de mí.
Podríamos pensar que la relación es extraña, difícil imaginar el Edén sin todo lo que conocemos ahora, cuesta trabajo, ¿no? Mientras lo intentamos para entender a Adán, vamos a ver qué escribía Eva en su diario:
Sábado.
Ahora tengo casi un día entero de edad. Llegué ayer. Eso es lo que me parece. […] Será mejor empezar bien y no dejar que el registro se confunda, porque cierto instinto me dice que estos detalles van a ser importantes para el historiador algún día. Porque me siento como un experimento […]; sería imposible para una persona sentirse más un experimento que yo y por eso estoy llegando a sentirme convencida de que eso es lo que es un experimento; sólo un experimento y nada más.
Entonces si soy un experimento, ¿soy todo de él? No, creo que no; creo que el resto de él es parte de él. Yo soy la parte principal, pero creo que el resto de él tiene su parte en el asunto. ¿Está asegurada mi posición, o tengo que contemplarla y cuidarla? Tal vez esto último. Cierto instinto me dice que la vigilancia eterna es el precio de la supremacía. (Esa es una buena frase, creo, para alguien tan joven como yo.)
Todo parece mejor hoy que ayer. En el apuro de terminar ayer, las montañas quedaron en mala condición y algunas de las planicies estaban tan saturadas de basura y restos que el aspecto era bastante desalentador. Las obras de arte nobles y hermosas no debieran ser sometidas al apuro; y este nuevo mundo majestuoso es por cierto una obra de lo más noble y hermosa. Y con seguridad maravillosamente cerca de ser perfecta, a pesar de la brevedad del tiempo. Hay demasiadas estrellas en algunos lugares y no suficientes en otros, pero eso puede remediarse ahora, sin duda. La luna se soltó anoche y se deslizó hacia abajo y cayó fuera del esquema: una enorme pérdida; me rompe el corazón pensar en eso. No existe otra cosa entre los ornamentos y las decoraciones que se le compare en belleza y terminación. Tendría que haber sido asegurada mejor. Si sólo pudiéramos volver a tenerla de nuevo…
Pero por supuesto no hay forma de saber dónde fue. Y, además, quien la tenga la ocultará; lo sé porque yo misma lo haría. Creo que puedo ser honesta en todos los demás asuntos, pero ya empiezo a advertir que el núcleo y el centro de mi naturaleza es el amor por lo hermoso, una pasión por lo hermoso y que no sería seguro confiarme una luna que perteneciera a otra persona y que esa persona no supiera que yo la tenía. Podría entregar una luna que hubiese encontrado durante el día, porque tendría miedo de que alguien estuviera mirando; pero si la encontrara en la oscuridad, estoy segura de que encontraría alguna excusa para no decir nada sobre ella. Porque realmente amo las lunas, son tan bonitas y tan románticas. Me gustaría tener cinco o seis; nunca me iría a dormir; nunca me cansaría de yacer en la ribera cubierta de musgo y alzar la mirada hacia ellas.
[…]
No podía regresar a casa; era demasiado lejos y empezaba a hacer frío; pero encontré algunos tigres y me anidé entre ellos y fue adorablemente cómodo y su aliento era dulce y agradable, porque viven de frutillas. Nunca había visto un tigre antes, pero los reconocí en un minuto por las rayas. Si pudiera tener una de esas pieles, me haría una túnica preciosa.
[…]
Ayer por la tarde seguí al otro Experimento, a cierta distancia, para ver para qué podía servir, si podía. Pero no pude distinguirlo. Creo que es un hombre. Nunca había visto un hombre, pero parecía uno y me sentí segura de que es lo que es. Advierto que siento más curiosidad por él que por cualquiera de los demás reptiles. Si es un reptil y supongo que lo es, porque tiene cabello desaliñado y ojos azules y parece un reptil. No tiene caderas; está rematado en punta como una zanahoria cuando se para, aparta los pies como una grúa; así que creo que es un reptil, aunque puede ser arquitectura.
Al principio le tuve miedo y empezaba a correr cada vez que se daba vuelta, porque creí que iba a perseguirme; pero pronto descubrí que sólo estaba tratando de apartarse, así que después de eso ya no era tímida y en cambio le seguí los pasos, varias horas, a unos veinte metros, lo que lo ponía nervioso y desdichado. Al fin estaba muy preocupado y trepó a un árbol. Esperé un buen rato, después abandoné y me fui a casa.
Hoy pasó lo mismo. Lo hice subir de nuevo al árbol.
Podemos ver las diferencias entre uno y otra al observar el mundo, para verse cada uno en las diferencias de la otra, la convivencia entre los dos no fue fácil en un principio, sin embargo, poco a poco trataron de entenderse. Es muy divertida la parte cuando llegan los hijos, pues Adán no sabe qué sucede cuando Eva llega con el bebé entre los brazos, se pregunta de dónde lo sacó, el propio diario no abunda en muchos detalles, pero vale la pena ir descubriendo estos cambios al igual que ellos y aceptar este juego literario elucubrando sobre lo que podía haber sucedido en realidad.
El final es muy dulce, pues pasan los años y ambos ya se aman, se cuidan y antes del final de Eva hay una reflexión muy interesante:
CUARENTA AÑOS DESPUÉS.
Mi súplica y mi anhelo es que salgamos de esta vida juntos, y es ese un anhelo que jamás desaparecerá de la tierra, sino que subsistirá en el corazón de todas las esposas que aman, hasta el fin de los tiempos, y será llamado por mi nombre.
Pero mi plegaria es que si uno de nosotros ha de salir antes de esta vida, sea yo la que me adelante. Él es fuerte; yo frágil. No le soy tan necesaria a él como él me es a mí. Vivir sin él no sería vida; ¿cómo podría yo soportarla? También ésta es una plegaria inmortal, que no dejará de subir a lo Alto mientras subsista mi raza. Yo soy la primera esposa. La última esposa será una repetición mía.
JUNTO A LA TUMBA DE EVA
ADÁN: Dondequiera que ella estaba, estaba el Paraíso.
Como puedes ver es un texto interesante que nos deja pensando en muchas cosas: ¿cómo habría sido la vida en el Paraíso, además de lo que nos cuenta la Biblia? Y después, cuando salieron, ¿qué pasó? Creo que lo más importante es ver cómo nace el amor, la necesidad de estar juntos, de pensar que la vida sin el otro ¿para qué vivirla si no la compartimos con alguien? Preguntas interesantes que tal vez nos hagan pensar en el amor, en la fecha de caducidad de los sentimientos y en lo que hemos sentido en nuestros propios corazones.
Disfruta a quien esté contigo, la persona con quien compartas tus sábanas o el amigo-a que sabe escuchar tus confidencias.