Este 2021 ha sido por mucho un año que en temas de amistad, me ha dado sorpresas.
Independientemente que estos últimos dos años la “nueva normalidad” nos ha separado, siempre hay formas de seguir en contacto con nuestras amigas, aunque por videoconferencia o en reuniones muy petit comité, el pretexto siempre surge para provocar el reencuentro.
¿Soy una buena amiga?
Considerando mi habilidad de hablar hasta con la piedras, durante mucho tiempo tuve la creencia de cumplir con los estándares mínimos e indispensables para considerarme una buena amiga. Ya sabes… saber escuchar, ser sincera, empática, estar presente, compartir, entender sin juzgar, aceptar a pesar de que no coincidas con la otra, involucrarte de manera genuina con la amistad, y muchas cosas más. Y después de un largo año, me di cuenta que no soy la mejor, que tengo muchas áreas de oportunidad que trabajar, considerando que soy una persona intermitente, malísima para las fechas importantes, la peor para llamar, que me cuesta mucho trabajo ver a mis amigas sufrir y tiendo a alejarme, que soy impuntual, que cuando te digo que si voy lo más probable es que me quede en mi cama, que hablo sin filtro y que tardo en contestar el whatsapp.
Amiga 11:11

En pocas palabras, mi concepción de la amistad dió un giro de 180º.

Rodéate siempre de personas que te eleven. (Oprah Winfrey)
Durante este confinamiento, me reencontré con un amigo al cuál tenía más de 8 años de no verlo, viajo a la CDMX; cenamos, nos pusimos al día, y cuando nos despedimos me regaló un libro: “Como hacer que te pasen cosas buenas”, durante mi lectura, descubrí que sí, yo ese tipo de persona, que genera vínculos con facilidad.
Para muestra un botón
Hace unas semanas viaje con mi hijo; estábamos casi por iniciar el despeje y yo ya tenia una amiga, pero como él esta acostumbrado, me dejó fluir. Minerva estaba sentada a lado mío muy tranquila resolviendo su sopa de letras, solo le faltaba una palabra para concluir su página antes del despeje, y yo no pude aguantarme. Una voz tímida y baja salió de mi, sin filtro… Ya la ví… Minerva volteó y me preguntó: ¿Qué viste? … a lo que yo le respondí: pues químico la palabra que te falta… sonreímos y llenamos dos hojas de su libro de sopa de letras juntas. Al final del vuelo intercambiamos teléfonos y muy pronto iré a visitar el pueblo de Minerva, mi nueva amiga 11:11
No hay reglas específicas para ser un buena amiga
Por eso quiero que tú también seas esa amiga 11:11 de alguien, solo necesitas buscar en ti estas dos características:
Sumar y crear vínculos
Asumir que cada una es un eslabón de encuentro con muchas otras y así de manera sin fin. Al crear el vínculo, tejemos redes inmensas que conforman un gran manto que ya cubre la tierra, como el que pintara Remedios Varo. La sororidad es eso un pacto entre pares. Tener amigas de todas las edades y reconocerte en cada una de las mujeres que cruza por tu vida.
Recuerda que las amigas deben ser personas que nos hagan ser mejores.
Así que si tienes amigas llámalas y diles lo mucho que las echas de menos.
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