“Sí, soy una Bruja, y me encanta, siempre lo supe, pero hoy lo reafirmo, y te aseguro que al finalizar esta lectura tú también querrás que te llamen Bruja”
Durante años nos han hecho creer que ser una Bruja era una gran ofensa, hoy les cuento porque una bruja es más un sinónimo de sabiduría y poder, que de vergüenza.
Pero… ¿En qué momento comenzó todo?
Hace 25 mil años a.C. había sociedades que amaban y veneraban a quienes eran capaces de dar vida, como debe ser, lo que significa que en aquel entonces las mujeres eran consideradas una Diosas, sabían el gran poder que llevábamos en nuestro interior y nosotras también lo sabíamos.
Pero después llegaron pueblos nómadas y todo cambió, porque ahora ya no era importante quién daba vida, sino quien la quitaba.
Llega la edad media y por primera vez toma el poder un Rey, el cual empieza a apropiarse de las tierras y todo lo que hay dentro de ellas, (hombres, mujeres y niños), surge la misoginia y las religiones extremas.
La mujer empieza a ser comparada con el demonio
La mujer empieza a ser comparada con el demonio, según ellos porque hacen que los hombres caigan en tentación, es ahí cuando nace el famoso Malleus Maleficarum “Manual para matar a las brujas” en español, escrito por dos monjes dominicos alemanes.
Estos dos monjes convencen al papa Inocencio Vlll de que hay una nueva egregia, las brujas, y es ahí cuando comienza la casería.
Que decía el famoso “Manual para matar a las brujas”
- Todas las malignidades son poca cosa en comparación de una mujer.
- Las mujeres son débiles de mente y cuerpo ya que vienen de la costilla de un animal imperfecto.
- Cuando una mujer piensa a solas, piensa mal.
- Las mujeres tienen un apetito sexual insaciable, por eso hacen pacto con el diablo.
¿Cómo sabían que eras una bruja?
- Si a cierta edad no te habías casado o habías enviudado, porque eso significaba que preferías estar con el diablo.
- Tu amor por la naturaleza.
- Tener una fuerte atracción por la luna.
- Si tenías gatos, porque ellos eran los espías del diablo.
- Conocimiento de plantas y remedios.
- Si tenías lunares, porque era el símbolo de que el diablo te había marcado.
¡Uf! Sí que soy una Bruja, ¿y ustedes?
Datos curiosos
- El manual para matar a las brujas fue durante 3 siglos el libro más impreso después de la biblia
- Fue el primer libro hecho de bolsillo para que todos lo trajeran consigo.
Las brujas usaban las escobas como vibrador, ¡Wow! sabía que eso de volar tenía su magia, pero no imaginé hasta qué punto.
Dentro del manual para matar a las brujas, también viene descrito como las brujas “volaban en escobas” lo que aquellos monjes no sabían es que las escobas eran un instrumento de placer.
Muchas de las mujeres después de haber sido capturadas y torturadas, confesaron que, no era el diablo quien las hacía volar, en aquella época todas las mujeres sabían hacer un “Ungüento Afrodisíaco” a base de belladona, icónico, un poco de opio y mandrágora. ¡Tomen nota, mujeres! El cual lo utilizaban cuando sus maridos no estaban porque los habían mandado a la guerra y tardaban meses en regresar, dicho ungüento lo untaban en los palos de escoba.
¡Uf! ya lo creo que volaban, bueno, el resto de la historia lo dejo a su imaginación.
Es momento de reescribir la historia para que me llamen bruja
Pensando en todo lo que aquellos monjes ortodoxos observaban en las mujeres y que claramente tergiversaron a su conveniencia, convenciendo al mundo entero que todo lo bueno que teníamos era malo, me queda claro que cada quien es capaz de crear su propia realidad y ver lo que quiere ver.
Llegó el momento de cambiar esa realidad, no para los demás, para nosotras mismas, saca tus tesoros enterrados, púlelos y empieza a escribir tu propia historia. No pierdas el tiempo en querer parecerte a alguien más, porque eres perfecta tal cual eres.
¡Una ayudadita nunca nos cae mal!
Hay un libro que me encanta y creo que, si aún no sabes cómo sacar lo mejor de ti, es perfecto. Se llama “Libera tu Magia” de Elizabeth Gilbert, lo pueden encontrar en cualquier librería de México o por Amazon si viven en el extranjero.
Así que mis queridas Brujas, libérense y vuelen, con o sin escoba, se los dejo a su elección. Ah, por cierto, si hacen el “Ungüento Afrodisiaco” cuénteme qué tanto volaron.